Había más confusión esta semana sobre si íbamos a tener clases el miércoles o no, pero no tuvimos clases el miércoles, porque fue el cinco de mayo. De hecho, nadie aquí lo celebra, aunque es muy popular en los Estados Unidos. Ni modo, era un día bonito y pasé el día haciendo tarea, asoleándome, cociendo galletas, y haciendo planes para el fin de semana.
El viernes, dos de mis amigos y yo fuimos a Pachuca, Hidalgo. El autobús llegó tarde a Querétaro y por eso, no llegamos en Pachuca hasta la una de la mañana. El sobrino de mi tía mexicana vino a la central para recogernos y llevarnos a la casa de la madre de mi tía mexicana, donde nos quedamos. Dejamos nuestras cosas y una amiga y yo fuimos con el sobrino y su amigo al centro, donde vimos el reloj, que se dice que es una réplica de Big Ben.
Después, escuchamos a unos mariachis y fruimos a Real del Monte, que es un pueblo mágico. Los muchachos nos dijeron leyendas y regresamos a la casa para dormir.
El sábado, ellos regresaron para recogernos, y manejamos por Omitan a Huasca, donde están los prismas basálticos, que son unas de las trece maravillas de México. Pasamos mucho tiempo mirando a las cascadas y las formaciones.
Después, fuimos a un parque en San Miguel Regla, donde rentamos una lancha y pasamos tiempo en un pequeño lago.
Fuimos a la casa de unos de los muchachos, donde comimos y jugamos billar y futbolín y bailamos. Regresamos a Real del Monte, donde comimos pastes, un plato tradicional de Hidalgo. Comí uno de papas y uno dulce de fresas.
El domingo, compramos un pollo y fuimos a Teotihuacan, que está en el estado de México. No tuvimos mucho tiempo, pero subimos las dos pirámides, la pirámide del sol y la pirámide de la luna. Las pirámides son impresionantes.
Encima de la pirámide de la luna:
La pirámide de la luna:
La vista de la pirámide del sol:
Regresamos a la casa y descansamos un ratito. Los muchachos tuvieron que regresar a sus propias casas, entonces mis amigos y yo fuimos al centro comercial para comer.
El lunes, no tuvimos clase porque fue el día de la madre. Fuimos a Ixmiquilpan, que también está en Hidalgo. Fuimos a un balneario, donde nadamos en las piscinas de agua termal.
No había nadado en mucho tiempo, estaba muy contenta. Regresamos a Querétaro, compramos flores y chocolate para nuestras madres mexicanas, y regresamos a nuestras casas.
martes, 11 de mayo de 2010
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