Olvidé a decir en mi blog de la semana pasada que el martes pasado fui a una clase de una prepa. Mi amigo da clases del inglés en la escuela, y me invitó a platicar con los estudiantes. Fue muy divertido, y me encantaba oír los errores y saber porque ellos los cometieron.
El viernes fue día del niño en México. Mis padres mexicanos me regalaron tres paletas de cajeta.
El sábado, fui al centro con un amigo. Comimos tepoznieve (esta vez probé dos nuevos sabores; tres leches y canto de la sirena, que contiene duraznos, piñas, y otros tipos de fruta). Anduvimos por las tiendas para encontrar regalos para llevar a los estados unidos, pero yo no tuve mucha suerte. Regresé a mi casa, donde había muchos parientes jugando con cartas. Junté el juego. Cenamos y también comimos un pastel porque fue el cumpleaños de mi tía mexicana. A las once de la noche, mis padres mexicanos fueron a la central de autobuses para recoger a un estudiante nuevo que va a vivir con nosotros. Él es de Canadá y va a quedarse en Querétaro este verano para un programa en otra universidad. Se llama Pierre y él tiene 38 años.
El domingo, mis padres estaban en la iglesia cuando nos despertamos. Le enseña la casa a Pierre y platicamos sobre México y nosotros mismos. Él habla francés, inglés, y español y ha vivido en Minnesota durante los últimos once años. Él es muy amable.
Fue otra semana aburrida en el sentido que no probé una nueva comida y no tomé fotos.
Por eso, aquí están algunas fotos que mis amigos han tomado:
Laurel y yo en El Pueblito en enero:
En Bernal con unos compañeros de clase:
En el mirador en Querétaro en febrero:
Frank, yo, Katharine, y Laurel en Oaxaca en marzo:
La celebración del cumpleaños de una amiga en abril:
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