El martes, fuimos en un recorrido a dos cascadas cerca de Palenque, Misol-Ha y Agua Azul. Solo pasamos 30 minutos en Misol-Ha, pero casi fue bastante tiempo. Misol-Ha es una cascada que es 30 metros. Había una cueva también, y había un guía para un recorrido de la cueva, pero no tuvimos tiempo.
Después, fuimos a Agua Azul, que fue muy grande. Se llama agua azul porque el agua es muy azul a causa de los minerales. Hay muchas cascadas aquí, las más grandes son de 6 metros. Caminamos mucho para tomar fotos y después, tuvimos tiempo para nadar.
El miércoles, fuimos a las ruinas. Hacía muchísima calor. Empezamos a caminar solos, pero decidimos que necesitábamos un guía.
Después de nuestro recorrido por las ruinas, caminamos un poco en la selva.
Caminamos por algunas ruinas en la selva y fuimos al museo de sitio.
Regresamos a nuestro hotel para recoger nuestras cosas y fuimos a la central de autobuses para ir a Villahermosa. Eran las 5, y queríamos comprar boletos para el autobús a las 5:30, pero estaba lleno. Tuvimos que esperar hasta las 7, que no fue muy malo, pero la central no tuvo paredes, entonces estaba abierto y hacía más que 100 grados Fahrenheit. Llegamos en Villahermosa a las 9:30 de la noche.
El jueves, fuimos al parque museo La Venta, donde hay artefactos de los Olmecas, incluyendo las famosas cabezas Olmecas. ¡Me encantaba! No sabíamos que era un zoológico y un museo, fue una sorpresa fantástica. Vimos los animales y caminamos por el museo.
Todo fue afuera en la naturaleza.
Después de eso, caminamos afuera del parque, donde hay una laguna.
En la noche, nadamos en la piscina.
El viernes, íbamos a ir en un recorrido a los Pantanos de Centla, unas de las 13 maravillas de México, pero el recorrido fue cancelado a causa de la lluvia. Nuestro grupo decidió ir a una plantación de cacao, donde aprendimos sobre el proceso y probamos chocolate.
Después, fuimos a las ruinas de Comalcalco.
Fuimos a Paraíso, una ciudad en la costa, donde comimos en un restaurante en el Rió Seco.
Nadamos otra vez en la noche.
El sábado, comimos y fuimos al aeropuerto. Volamos dos horas a la Ciudad de México. Durante el vuelo, vi el Océano Atlántico.
Cuando llegamos en México, Katharine tomó el autobús a su casa en Cuernavaca y yo regresé a Querétaro. Mis padres me recogieron y pasé la noche hablando con ellos y con mis padres en los Estados Unidos.
El domingo, fui a la inauguración del restaurante de la hija de mi padre mexicano. Comimos allí con otras personas en la familia y pasamos 4 horas hablando. Regresamos a la casa e hice muchísima tarea. También, conocí al hijo de mi prima mexicana, que nació el jueves pasado. ¡Qué precioso!
Comida – En Palenque, probé pozol, que es una bebida con cacao y maíz. El sabor fue delicioso, pero no me gustó la textura. En Villahermosa, probé un postre se llama coco con piloncillo. En Querétaro, probé un omelet nona, que contuvo queso, miel, manzana, nuez, y canela. Fue una combinación interesante pero muy rica. También, probé buñuelos de molde, que son hechos de una masa frita con azúcar y canela. Mi madre los hizo.
lunes, 12 de abril de 2010
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Hermosas las imágenes, y el relato del viaje también muy bueno, me encantaría poder conocer este destino. Un saludo.
ResponderEliminarPau - Vuelos Baratos.